Tienen permiso para importar gasolina… pero no lo usan
Los primeros diez permisos de importación de gasolina autorizados a empresas privadas, luego de décadas en las que esta actividad fue exclusiva para Pemex, vencieron el 12 y el 15 de abril pasado, sin haber sido prácticamente utilizados.
Entre las principales implicaciones de la falta de importación directa por parte de empresas distintas a Pemex está la afectación en los precios al consumidor final de la Magna y la Premium, coincidieron analistas.
Para Ramses Pech, de Caravia y Asociados, hoy es necesario contar con intermediarios para traer el combustible incrementando el costo y haciéndolo más caro que el precio administrado por el Estado.
“Es necesario que la Secretaria de Economía pueda ser el enlace directo de las refinerías de Estados Unidos con las empresas mexicanas o extranjeras que quieran importar combustibles. El objeto es reducir los costos o igualar las condiciones que tiene Pemex basados en el volumen de productos comprados”, indicó.
En realidad, el costo de producir en México es menor al de importación, sin embargo, dado la falta de capacidad de las refinerías se está incrementando el costo al usuario final al agregar el costo de traer el producto de Estados Unidos, calculó Pech.
“Tenemos costos por debajo de EU, pero al tener un menor volumen e incrementar la importación, este ahorro se difumina en el precio al consumidor”, señaló.
LA MÍNIMA PARTE
De acuerdo con el último reporte de la Unidad de Políticas de Transformación Industrial de la Secretaría de Energía (Sener), a febrero de 2017, las importaciones de gasolina por parte de privados representaron 0.06 por ciento de la demanda total de gasolina.
Lo anterior significó que empresas distintas a la petrolera nacional trajeron a México ocho mil barriles en febrero de 2017, de los 14 millones 455 mil barriles consumidos en total por los coches en México durante dicho periodo.
Así que Pemex importó el 99.4 por ciento del total de lo traído a México en materia de combustibles para automóviles.
Al respecto, Jesús Montoya, director de operaciones del grupo gasolinero líder en la península de Yucatán, FullGas, señaló que el principal motivo de que no haya crecido la importación por parte de privados es la falta de infraestructura, aunque también afectan otros costos.
“El problema básicamente radica en que, aunque jurídicamente ya se tienen los mecanismos para realizar la operación, operativamente, el país aún no cuenta con los medios porque tenemos una falta de infraestructura, no solamente en nuestra región, sino en todo el país.
“No solamente es importar el combustible, sino también tiene un costo almacenarlo, tiene un costo traerlo por ducto y por ruedas y no es lo mismo de Texas a Nuevo León que de Texas hacia el otro extremo del país, hacia el Pacífico”, dijo Montoya.
Además en México, a diferencia de Estados Unidos donde el litro de gasolina se puede encontrar a veces por debajo de los diez pesos, existe un costo de seguridad (monitoreo de pipas, escoltas), más impuestos en el que tienen que incurrir los gasolineros, recordó.
PERMISOS DE PAPEL
Los permisos que vencieron solicitaron montos anuales de importación por 5.2 miles de millones de litros que no fueron utilizados y quedaron solo en papel.
Trafigura, Oleum Chemicarum, Petrorack, Forza Combustibles, We Gas Mexico, Combustibles Veral, Petrovium, Petroasesores, Dicodec y Energéticos Citricola están entre las empresas cuyos permisos ya vencieron.
Esta misma semana, el 19 de abril, vence el de una de las empresas que más litros solicitó importar, Puma Energy que pidió traer 14 mil 934 millones de litros, pero no ha ejercido su derecho.