Pemex se le quiere adelantar a AMLO
El plan para el siguiente año, de acuerdo con lo explicado por la propia petrolera, es aplicar por fin las reconfiguraciones que tanto dinero le han costado, y promete aumentar la producción sólo en aquellos refinados que le sean rentables, entre ellos la gasolina.
En esta lógica de conseguir mayor rentabilidad, Pemex reconoció que le estorba el combustóleo, que sería drásticamente disminuido de las refinerías para darle prioridad a otros combustibles. Desconocemos si ya ‘tocó base’ con la CFE, su principal cliente.
Recordemos que el gran negocio de Pemex, además de vender petróleo sin procesarlo, es importar y comercializar gasolinas. Al cierre del tercer trimestre de este año representó 32 por ciento del total de los ingresos de la petrolera nacional, además de un incremento de 36 por ciento respecto al mismo periodo del año pasado.
En contraste, en los últimos dos años la producción de gasolinas cayó 52.6 por ciento entre octubre de 2015 y el mismo mes de este año.
La petrolera desestima las versiones que apuntan a que quiere ‘tronar’ su negocio de refinación y dice que hoy lo necesita más que nunca para su balance financiero. Además, pide tiempo para que el siguiente año demuestre que lo puede hacer muy rentable con la focalización de los recursos en la subsidiaria Transformación Industrial.
La petrolera explica que, por ejemplo, producir combustóleo (que es el refinado al que más le pierde), es como manejar un taxi con pasajeros, simplemente no es negocio, pues producirlo le implica dejar de perder como 20 puntos porcentuales frente a lo que podría ganar con otros productos.
Ayer, Andrés Manuel reiteró sus postulados de gobierno y no quita el dedo del renglón, pues bien sabe que el pese a lo que muchos digan, producir gasolinas en México sigue siendo rentable, aunque importarlo también, pero no para el mismo grupo de personas.
EN LA CANCHA DE ASEA
Hablando de refinación, me informan que el National Standard Finance, el fondo que quiere invertir mil 500 millones de dólares para construir una nueva refinería en Tamaulipas, está esperando a que la Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente (ASEA) les dé luz verde, pues incluso ya tienen la venia de la Secretaría de Energía.
El balón está ahora en la cancha de Carlos de Regules; sin embargo, el proyecto enfrentaría muchos retos. Dicen expertos que si espera que Pemex le suministre, el fracaso es casi asegurado, y si pretende importar el crudo, suerte con el cruce porque no hay infraestructura disponible y sería otro preso de las inexistentes temporadas abiertas. Así que suerte.