La española Mapfre se lanza a vender seguros ‘online’ en México, Colombia y Perú

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La multinacional española Mapfre se propone abrir camino en la venta digital en Latinoamérica, aún escasamente desarrollada en el terreno de los seguros. El grupo presidido por Antonio Huertas ha decidido arrancar la comercialización online en México, Colombia y Perú, mientras lo estudia en Brasil. La apuesta se incardina en su decidida estrategia por la multicanalidad y el plan de expansión desplegado en la región y comenzará en países donde dispone ya de una «red agencial razonable», detalla el consejero delegado de Mapfre en América Latina, Rafael Casas.

La irrupción tendrá lugar bajo la marca Mapfre. «Hemos estudiado la posibilidad de actuar con Verti en algún país, pero lo estamos posponiendo a que los mercados maduren», explica Casas, profundo conocedor de la región gracias a que lleva vinculado a ella, con distintas responsabilidades en el grupo Mapfre, desde 1995.

La estrategia pilotada por Huertas hace especial énfasis en la multicanalidad para poner a disposición del cliente el canal de relación que mejor le acomode y la apuesta online actúa de palanca además para avanzar en el objetivo prioritario de crecimiento rentable fijado en el plan estratégico 2016-2018.

Bajo esta hoja de ruta, el grupo trabaja para exportar el modelo de seguro directo de Verti a Estados Unidos y China, al considerarlo la herramienta ideal para crecer allí; y operará bajo la misma marca Verti el negocio de Direct Line adquirido en Alemania e Italia en 2014.

Verti, a largo plazo

La filial fue lanzada en 2010 en España con menos productos, más simples y de precios muy competitivos, gracias a su liviana estructura, puesto que opera exclusivamente vía Internet y teléfono. La marca online Mapfre con la que trabaja en varios países cuenta a su vez con el portfolio completo de seguros, permitiendo al cliente transaccionar indistintamente vía Internet o teléfono, acudir a un gestor en las oficinas propias o a los centros de mediadores y entidades con las que mantiene acuerdos de distribución.

En Latinoamérica, la preocupación de contar con una extensa capilaridad para captar negocio y facilitar la relación con los clientes ha llevado a Mapfre, precisamente, a firmar 2.164 alianzas de distribución con agentes financieros, como bancos; y no financieros, tales como grandes almacenes, compañías eléctricas o, incluso, farmacias.

La oferta online ensancha el potencial de abrir la red, al dar opción de acceder a los nuevos compradores digitales que surgen de forma incipiente en algunos países.

A pesar de que el mercado de comercialización online es muy pequeño aún, Mapfre ha decidido posicionarse y aspira a contratar de forma digital el 2% del nuevo negocio en los mercados seleccionados en un plazo de cinco años. «Partiendo de cero es una apuesta importante», subraya Casas.

El objetivo de Mapfre, a escala grupo, es que el 7% de la facturación proceda del negocio digital en 2020, frente al 1% que suponía al arranque de 2015.

Y es que los asegurados, incluso, en mercados maduros como España se informan con intensidad de las opciones asegurables a través de Internet, pero utilizan mayoritariamente las vías tradicionales, más presenciales, al contratar o tramitar siniestros. Sin embargo, el auge de nuevos competidores digitales y el acceso de la generación de nativos digitales o millennials a la sociedad de consumo -en México se estima que copan casi un tercio de la población-, invita a esperar un cambio en hábitos de consumo.

En América Latina, Mapfre identifica además su esfuerzo por la innovación, en productos y servicios, pero también en canales de distribución, como un hecho diferencial que le surte de cierta ventaja.

Desembarcó allí a través de Colombia en 1985 y en la actualidad es el actor líder en seguro de no vida, con una cuota global del 10% y filiales en todos los países, salvo en Cuba. La franquicia es responsable del 29% del beneficio del grupo y casi el 39% de los ingresos.

Y a pesar de que la depreciación de las divisas desluce hoy la evolución del negocio al traducirla a euros, Mapfre crece a ritmos superiores al mercado en casi todos los países. Ha redoblado, si cabe, la apuesta y proyecta reforzar su distribución, persuadido del potencial ante la aún baja penetración del seguro y el auge de una clase media que empieza a consumir, compra coches o pisos, y necesita seguros de todo tipo.

Tres décadas de negocio y ‘Obra social’

El grupo puso la primera piedra en América Latina en 1985 en Colombia. Casi al instante arrancó las actividades de la fundación. En la construcción de la fraquicia, que hoy genera un tercio del beneficio, el negocio ha ido de la mano de la solidaridad con los más desfavorecidos.

Solo en 2015, impulsó 216 proyectos, con 7,3 millones en inversión y de los que se beneficiaron casi 3,86 millones de personas. Entre ellos figura la apertura de un macrocentro social en una región mexicana de alta población en situación de pobreza que atiende a más de 5.000 personas al año. Alberga colegios, servicios médicos o comedores sociales.

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