Gobierno mexicano quiere tajada del petróleo descubierto por firma privada

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Cuando este año unas empresas de exploración descubrieron petróleo frente a la costa de México, no previeron compartirlo con Petróleos Mexicanos. Al parecer, van a tener que hacerlo.

El descubrimiento de 2 mil millones de barriles que realizó en julio un grupo encabezado por el operador Talos Energy de Houston, llamó la atención del mundo petrolero. Los reformadores del sector energético mexicano festejaron.
Era el primer gran descubrimiento desde que el Gobierno abrió esa industria a los inversores en 2014, medida polémica en un país que expulsó a las compañías petroleras en la década de 1930 y que tenía sentimientos encontrados respecto a dejarlos entrar nuevamente.

Los autores de la reforma fueron reivindicados: el capital privado podía obtener resultados donde no podía Pemex, el operador estatal con escasez de recursos financieros. Seguramente vendrían más descubrimientos. Entonces surgió un problema. Resultó que el yacimiento de crudo hallado por Talos se extendía más allá del límite del bloque de exploración de la compañía y se internaba en uno vecino, propiedad de Pemex.

Ahora el Gobierno se está apresurando a redactar un marco legal para establecer cómo se compartirá este descubrimiento, y los posteriores. Este podría definir el futuro de todo el plan energético.

Se dice que el grupo, que incluye a Sierra Oil & Gas Premier Oil, ha detenido las inversiones a la espera de una decisión. Otras empresas de perforación que compraron derechos de exploración también quieren ver el fallo del gobierno antes de asumir compromisos financieros. El entusiasmo que siguió al descubrimiento de julio se ha convertido en una espera nerviosa.

‘La cuestión más importante’

“Esta es la cuestión más importante que está pendiente en el sector”, dijo Raymundo Piñones, director de la Asociación Mexicana de Empresas de Hidrocarburos. “Demoraría la actividad hasta que haya claridad. En lugar de perforar o continuar el desarrollo, la industria está esperando que esto se resuelva”.

Casi 70 compañías han recibido arrendamientos para explorar en busca de crudo en México. Una de ellas, la italiana Eni SpA, este año informó un descubrimiento en aguas poco profundas de por lo menos mil 400 millones de barriles, ubicados bajo un pozo existente de Pemex.

El yacimiento descubierto por Talos, Sierra y Premier podría ser aún más grande. Desde un comienzo, en su comunicado de prensa del 12 de julio, el consorcio dijo que el petróleo “podría extenderse hacia el interior de un bloque vecino”. Semanas después, en una entrevista con El Financiero, el director general de Pemex, José Antonio González Anaya, anunció que su compañía, que tiene derechos sobre ese bloque, lucharía por una parte de lo obtenido.

El consorcio encabezado por Talos ya tiene que pagar el 83 por ciento de las ganancias que genere su yacimiento, conocido como Zama-1, al Gobierno mexicano, según la Secretaría de Energía. Si compartiera el producto con Pemex, esa cifra podría ser aún más alta. Por lo tanto, el grupo ha suspendido temporalmente la inversión y el desarrollo del gigantesco descubrimiento, según una persona con conocimiento de los planes.

La totalidad de la industria mexicana se ve afectada por la demora en la fijación de las normas, dijo Piñones. “Son todas las compañías que necesitan planear inversiones, todas las que necesitan tener certeza cuando se presenten ante el directorio para responder preguntas con el fin de que se aprueben cientos de millones de dólares”.

Si la comunidad petrolera internacional considera que el acuerdo de participación no es justo, eso podría espantar a los inversores que esperan explotar los 9 mil millones de barriles de reservas de México.

“Esta no va a ser una situación excepcional”, dijo John Padilla, director gerente de la consultora de energía IPD Latin America. “Si no resuelven bien esto, van poner muchas cosas en peligro”.

El subsecretario de Hidrocarburos, Aldo Flores, indica que el problema que enfrenta el Gobierno no es exclusivo de México. El proceso de dividir un hallazgo petrolero que abarca diferentes jurisdicciones es conocido en la industria como unificación, y hay innumerables precedentes internacionales.

‘Regla de captura’

“En México, no tenemos una regla de captura como la tienen en Texas. No es por orden de llegada”, dijo Flores en una entrevista el mes pasado. “Si hay suficiente evidencia y certeza de que el descubrimiento se extiende hasta el bloque de Pemex, entonces tendrá que compartirse”.

Pero la legislación no se redactará sólo en beneficio de la empresa estatal, dijo el funcionario. Futuros descubrimiento probablemente necesitarán colaboración entre empresas privadas con bloques vecinos, y para ellas regirán las mismas normas.

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