Cómo el Gobierno Federal mató a Pemex, ‘La gallina de los huevos de oro’

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“La gallina de los huevos de oro, se secó”, esas fueron las palabras de Enrique Peña Nieto al referirse al petróleo mexicano, en un intento de convencer una vez más sobre el inevitable aumento a los combustibles en todo el País, un anuncio que sacudió al pueblo mexicano el cual, a diferencia de otras medidas que benefician o perjudican a sólo un sector de México, vino a alterar el orden y la tranquilidad de toda la sociedad.

Al respecto el periodista crítico Salvador García Soto, escribe en su columna de hoy las “verdaderas razones detrás del gasolinazo”, las no aceptadas ni explicadas por el Gobierno peñista.

Y es que según García Soto, al Presidente de la República Mexicana le faltó decir que “la gallina de los huevos de oro” se secó por el desorden en su manera de ejercer el gasto público, aunado al endeudamiento histórico que dejó Luis Videgaray, acciones que los orilló a suspender el subsidio histórico a la gasolina; sin dejar de lado la intención del Gobierno de Enrique Peña Nieto de acelerar la construcción de un mercado privado que “facilitará la entrada y las ganancias de grupos empresariales nacionales y extranjeros”.

En seguida el columnista señala que tanto los políticos como los empresarios, se han aprovechado de las millonarias ganancias que históricamente dio la industria petrolera, “es decir, que los huevos de oro sólo sirvieron para engrosar fortunas, cuentas y patrimonios familiares de presidentes, funcionarios, líderes sindicales y empresarios vivales, y de esa no vieron ni siquiera un cascarón la mayoría de los mexicanos”, puntualiza Salvador García.

Para el periodista mexicano, la quiebra técnica de Petróleos Mexicanos consumada en el Gobierno peñista, es el resultado de un largo y deliberado proceso de desmantelamiento y debilitamiento que inició desde el sexenio de Carlos Salinas de Gortari, quien comenzó con la fragmentación de Pemex en cuatro grandes dirección, para después empezar el desmantelamiento de la industria petroquímica durante el mandato de Ernesto Zedillo. Mientras que en los años de Vicente Fox y Felipe Calderón, terminaron por sentenciar a Pemex a un proceso de reducción por los saqueos, impuestos y falta de modernización.

La explicación de Salvador García Soto sobre como “secaron a Pemex”, continua con las decisiones cuestionables y financieramente inviables que se tomaron durante la presente administración peñista, estando Emiliano Lozoya como titular del paraestatal, mismo que autorizó la adquisición de astilleros en Galicia por 600 millones de dólares, o la compra de plantas de Fertinal en 732 millones de dólares.

Pese a que Pemex ya daba señales claras de agotamiento y explotación de sus recursos financieros al existir una disminución notable en sus ingresos, desde el Gobierno Federal se retiraron “en secreto” 240 mil 518 millones de pesos del patrimonio nacional invertido en Pemex y en CFE, acto que contribuyó a descapitalizar a las dos empresas productivas del Estado.

García Soto comparte en su columna que según el diario estadounidense The Huffington Post México, dichos retiros se realizaron de 2013 a 2015 mediante solicitudes emitidas por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, en ese entonces encabezada por Luis Videgaray, y firmadas por el subsecretario de Ingresos, Miguel Messmacher. En ellas solicitaban a los directores de Pemex y CFE realizar los pagos correspondientes por concepto de “Aprovechamientos”. De esa manera el Gobierno Federal obtuvo ingresos extraordinarios que pasaban desapercibidos en el paquete económico que el Ejecutivo entrega cada año al Congreso.

Los mismos documentos obtenidos por el diario digital estadounidense revelan que Pemex realizó dos pagos en 2013 y 2014, uno por 65 mil millones de pesos y el segundo por 70 mil millones de pesos respectivamente, un total de 135 mil millones de pesos. La Secretaría de Hacienda utilizó una figura legal llamada “Mecanismo de Retiro del Patrimonio Invertido en la Nación”, esto para hacer retiros a las empresas públicas del sector energético. Dicho método ayuda a que los recursos obtenidos de esa manera, puedan ser utilizados a discreción a la hora de rendir cuentas.

El destino de tales retiros a Pemex y CFE, es desconocido; lo que sí es evidente y real, es que Pemex no se “secó”, al menos no solo y sin la contribución de terceros. Lo que sí es un misterio es lo que sucederá con la paraestatal ahora que el Gobierno Federal ha salido para anunciar el inminente agotamiento de la principal refinera de uno de los patrimonios de México, cuya expropiación forma parte de las páginas de la historia mexicana como un episodio que benefició a la economía mexicana, y que hoy ante la crisis y el caos, se ve muy lejano.

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