Choques externos azotan a peso, bolsa y a la mezcla de Pemex

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El peso, la bolsa mexicana y la mezcla de petróleo de Pemex fueron barridos ayer por factores externos, como la devaluación del yuan chino, el desplome del petróleo, una ola de datos mixtos en Estados Unidos y las menores expectativas de crecimiento global.

“Los mercados mexicanos estuvieron influidos, al igual que otros mercados en el mundo
, por factores externos, que provocaron lo que se conoce como un abandono de posiciones de riesgo o risk off”, explicó Mario Correa, economista en jefe de Scotiabank México.

“Vimos la debilidad de la economía china, lo que también afectó a los mercados de materias primas, especialmente el petróleo. Esto está muy relacionado con la incertidumbre y debilidad que se puede ver en las expectativas de crecimiento global”.

Los efectos del entorno internacional pudieron observarse en cotizaciones récord en el mercado cambiario, el accionario y en las materias primas.

¿Hasta dónde podría llegar?

La fortaleza del dólar como activo de refugio generó una presión de alza sobre el tipo de cambio del peso frente al dólar, pues en la cotización de ventanilla alcanzó un nivel de 17.83 pesos, lo que significó su primer máximo histórico de 2016.

El dólar interbancario cerró en 17.516 unidades a la venta con lo que alcanzó también un nuevo máximo, según datos del Banco de México. En el día, el peso retrocedió 19.35 centavos, equivalente 1.12 por ciento.

Con ello, las cotizaciones actuales se ubican por arriba del promedio de las previsiones para el cierre de 2016. El consenso de analistas consultados por Bloomberg anticipa que el tipo de cambio terminaría este año en un nivel de 16.57 pesos.

Entre los principales grupos financieros, existe divergencia entre los niveles que tocaría el tipo de cambio, pues mientras que Credit Suisse anticipa que el dólar finalizaría en 18.19 pesos el 2016, Commerzbank y BBVA anticipan niveles de 16 pesos e incluso menores.

“La variable de absorción a las preocupaciones sobre el actividad económica ha sido el tipo de cambio”, comentó Pablo López, coordinador de Estudios Económicos de Banamex.

La debilidad de la moneda mexicana generó ayer las condiciones para que se activará la subasta con precio mínimo de 1.0 por ciento por un monto de 200 millones de dólares, la cual entró en funcionamiento por última vez el pasado 31 de diciembre, cuando se asignó solamente un monto de 6 millones de dólares.

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En línea con los precios internacionales, el precio del barril de petróleo de Pemex se desplomó 5.75 por ciento a 24.27 dólares, una cotización que no se veía desde el 9 de febrero de 2004.

Apenas en diciembre, el energético de Pemex registró su precio promedio más bajo en 11 años, pues fue de 28.8 dólares por barril. En las tres sesiones de este año promedia 26.02 dólares.

El precio establecido en la Ley de Ingresos de la Federación (LIF) de este año proyectó un precio promedio de 50 dólares para el crudo nacional, sin embargo, la protección de las coberturas petroleras contratadas a un precio sobre los 49 dólares garantizan los ingresos provenientes de la venta de petróleo por debajo de dicho precio.
“Hay efectos positivos y negativos de la caída en el precio del petróleo”, explicó Correa.

“Para las finanzas públicas esto puede representar un problema, no para este año, sino en el presupuesto del siguiente”.

De mantenerse las actuales cotizaciones, también podrían verse efectos negativos en el proceso de licitaciones de la Ronda Uno, registrarse afectaciones a la balanza comercial y presionar al alza al tipo de cambio y a la inflación, puntualizó Correa.

Por el lado positivo, en los países en los que el precio de las gasolinas ha caído, podría observarse un mayor consumo de otros productos importados, algunos de ellos producidos en México.

Durante la sesión de ayer, los energéticos que tuvieron mayor influencia negativa en el crudo mexicano fueron los asiáticos, como el iraquí, el iraní y el Tapis de Singapur, pues se desplomaron 8.04, 7.5 y 5.11 por ciento, respectivamente. El crudo ruso bajó 6.4 por ciento y poco después el Brent y el West Texas Intermediate (WTI) se hundieron 6.01 y 5.56 por ciento.

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El mercado mexicano no se libró las ventas masivas de acciones y, aunque la caída registrada ayer fue menor que en sus pares norteamericanos, el Índice de Precios y Cotizaciones (IPC) ligó ocho sesiones a la baja, el rally negativo más largo desde enero de 2009, cuando el mercado mexicano resintió los efectos de la crisis de Estados Unidos.

Al cierre de las operaciones, el IPC cayó 0.83 por ciento y se ubicó en 41 mil 691.19 puntos, un mínimo desde finales de agosto.

A pesar de los choques externos, los pronósticos para 2016 en cuanto a las ganancias de las empresas del IPC son positivas, aunque no lo son para los precios de sus acciones.

Para el cierre de 2016, la expectativa es que los beneficios por acción crezcan en 64 por ciento en el IPC, mientras que el valor de empresa por acción caería 12 por ciento.

“Cuando hay un episodio de aversión al riesgo por factores internacionales los primeros mercados que se ven afectados son los emergentes”, comentó Pablo López.

Durante la jornada, el MSCI Emerging Markets Index cayó 1.13 por ciento.

En Estados Unidos, las caídas en los principales índices bursátiles fueron más profundas que en el mercado mexicano, pues el Dow Jones cayó 1.47 por ciento, mientras que el S&P 500 y el Nasdaq se contrajeron 1.31 y 1.14 por ciento, respectivamente.

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