2018: CAMBIOS SIN PRECEDENTE TRANSFORMARÁN AL SEGURO EN MÉXICO
Desde hace más de una década, el crecimiento económico ha ido cuesta arriba para la mayoría de las naciones y mercados del planeta. Resulta complicado que un país reúna todas las condiciones para que las inversiones aterricen, como ocurría antaño.
México no escapa de esta coyuntura; y, aunque es uno de los pocos países del continente americano que presentan un crecimiento positivo, los pronósticos apuntan a que 2018 será notablemente difícil para todas las industrias que operan en el país.
Los efectos de la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), la elección presidencial, la volatilidad de los mercados, la inflación y la depreciación del peso frente al dólar confirman que 2018 será un año complicado.
Frente a esta realidad, Revista Mexicana de Seguros y Fianzas conversó con Juan José Noguera Romero, director general de Actinver Insurance Services, a quien le pidió su opinión sobre las proyecciones y oportunidades de negocio que se presentan para la industria aseguradora del país. Refirió que 2018 será un año financieramente complejo, aunque resaltó que el sector seguirá por la senda del crecimiento.
Noguera Romero, especialista en protección patrimonial, sugiere que, frente a la volatilidad que vivirán los mercados financieros, se vuelva imperativo que las compañías aseguradoras no pierdan de vista los costos operativos y la labor actuarial. Agregó que ve muy claro que los financieros y las áreas encargadas de la suscripción y selección de riesgos cobrarán un peso indiscutible dentro de las organizaciones.
Noguera Romero conoce de crisis. Es español, y desde 2012 está residenciado en el país; por ello habla con base sobre los enormes retos que se le presentarán a la industria aseguradora frente a un entorno que luce económicamente complicado; no obstante, en medio de tanta incertidumbre, consideró que las compañías del sector que deseen seguir siendo exitosas deben enfocar su atención en los nuevos gustos del consumidor, sin olvidar aspectos tan determinantes como la medición, el ajuste en los costos y la solvencia.
Ante un 2018 que financieramente luce complicado, ¿cuál debería ser la actitud de la industria aseguradora mexicana?
No hay dudas de que 2018 será un año financieramente complicado; sin embargo, considero que las condiciones están dadas para que la industria aseguradora crezca. Es el momento perfecto para que el sector obtenga una participación cercana al 3 por ciento como proporción del Producto Interno Bruto (PIB).
No obstante, para lograr dicho crecimiento se vuelve imperativo concientizar al mexicano, ya que la cultura de prevención sigue siendo escasa en el país. Además, con un contexto financiero adverso es indispensable que las compañías cubran los riesgos de manera más eficaz.
Por si fuera poco, las aseguradoras no deben perder de vista los costos operativos; así que la labor actuarial, la de los financieros y la de los responsables de la suscripción y selección de riesgos cobrará un peso indiscutible dentro de las organizaciones.
Pienso que los precios de los productos, independientemente del ramo al que pertenezcan, deben ser analizados para que sean más competitivos, porque la sociedad está esperando instrumentos que se adapten mejor a sus necesidades. Creo que la industria debe acercarse a la población, sin importar el estrato social ni los gustos o preferencias que tengan los diferentes conglomerados generacionales que conforman el bono demográfico en México.
En materia de fondos de inversión, y frente a semejante volatilidad, ¿cuáles son las tendencias que usted observa dentro de la industria aseguradora?
Hoy en día el consumidor está muy informado; por ello exige productos y servicios que puedan personalizarse. El nuevo cliente desea instrumentos que se adapten a sus necesidades; es decir, ya no se conforma con el abanico de opciones que existen en el mercado, puesto que quiere diseñar el producto con particularidades muy específicas. Entonces las compañías deben revisar su catálogo ara crear instrumentos que se anticipen a los nuevos requerimientos y preferencias.
Los fondos de inversión no escapan de la ecuación que describo, de manera que las compañías que operan este tipo de instrumentos deben introducir componentes novedosos. El consumidor está esperando productos que le otorguen un verdadero valor agregado.
En nuestro caso, desarrollamos un fondo que duplica la inversión si el titular fallece. Ése es un buen ejemplo de cómo agregarle nuevas características a instrumentos tradicionales, que sin duda alguna es lo que está esperando el cliente final.
Frente a la coyuntura nacional y regional, ¿qué tienen que hacer las empresas en general y específicamente la industria de los seguros para seguir siendo rentables?
Pienso que las aseguradoras deben buscar ser rentables basándose en las siguientes variables:
EFICIENCIA. Las aseguradoras tienen que invertir en sistemas de automatización que permitan mejorar su eficiencia. La medición no solo debe apuntar a cuidar la rentabilidad, sino también a evaluar el rendimiento de los colaboradores.
AJUSTE. La industria deberá realizar una verdadera labor de ajuste de sus costos. Cobra una importancia sin precedentes el hecho de que las compañías analicen financieramente a los proveedores de Siniestros, con el objetivo de minimizar los costos y optimizar los procesos.
FINANZAS. Las finanzas y la solvencia seguirán siendo el pilar fundamental del negocio asegurador; por ello, la industria debe seguir beneficiándose de las altas tasas de inversión. Aparte, cada compañía tendrá la posibilidad de seguir mejorando su rentabilidad financiera siempre y cuando maneje inteligentemente su capital de reserva.
¿Cuáles son sus pronósticos en torno a variables como el TLCAN? ¿Qué repercusión tendría para la industria de los seguros la renegociación de este convenio multilateral?
Con respecto al TLCAN, hay que esperar. Nuestro pronóstico se basa en el discurso del Gobierno Federal luego de cada una de las rondas de renegociación.
Independientemente de lo que ocurra con el TLCAN, considero que en México se deben establecer ventajas fiscales que realmente potencien el consumo interno en el país, tomando en cuenta que la industria aseguradora es una pieza clave dentro del crecimiento económico.
¿Cómo cree usted que lucen las arcas financieras y los fondos de inversión de las aseguradoras luego de un 2017 profundamente catastrófico?
Aunque es inocultable que 2017 fue un año profundamente catastrófico, considero que el secreto para que la industria luzca y sea sólida radica en el nuevo marco regulatorio basado en Solvencia II, que impera en México, el cual es muy riguroso. Y no se crea que tal riesgo es un freno; antes bien, esto hace que las aseguradoras que operan en el país sean financieramente muy robustas, lo cual me parece extraordinario.
Claro, luego de un año con tantos siniestros, sobre todo luego de los terremotos de septiembre, la aseguradoras se vieron severamente afectadas; empero, insisto, las compañías cuentan con las reservas específicas que les permiten cubrir este tipo de riesgos sin problema alguno.
Como decimos en España, no hay mal que por bien no venga; por lo tanto, estos desgraciados y lamentables incidentes ocasionados por la naturaleza fueron un detonador que ayudará, sin temor a equivocarme, a estimular la cultura del seguro en México, tanto en personas físicas como morales, puesto que ya conocemos las cifras: solo 5 por ciento de las viviendas del país tienen un seguro de Casa Habitación, y solo 30 por ciento de las empresas cuenta con un seguro de Daños.
En caso de que las elecciones presidenciales las ganara la izquierda en México, ¿cómo se podrían mover los mercados financieros y cómo podría esto impactar en la industria aseguradora?
Los últimos eventos geopolíticos ocurridos a nivel mundial han derrumbado todas las proyecciones de los expertos de mayor renombre. Nadie se esperaba que el Brexit se concretara, que Donald Trump llegase a la presidencia de Estados Unidos, ni que el populismo absorbiera a Europa.
Ahora bien, hay que destacar que el mercado financiero se ha movido con mucha incertidumbre y volatilidad, pero de manera creciente y sobre pilares firmes; por eso hay que estar atentos, y la industria aseguradora debe seguir muy de cerca las elecciones presidenciales que se efectuarán en el país el año entrante; sin embargo, el sector asegurador tiene que guardar tranquilidad y recordar que las experiencias sorpresivas antes mencionadas no han provocado ningún riesgo de crisis.
¿Cómo se comportarán los índices inflacionarios y la depreciación del peso frente al dólar en el contexto financiero de 2018? ¿La industria aseguradora está exenta de estas variables?
El comportamiento de la inflación y la depreciación del peso frente al dólar dependerán en gran medida de las políticas económicas que se implementen en 2018. La estrategia no solo atañe a la actual administración sino también al nuevo sexenio. En cualquier caso, y sin maximizar o minimizar las estrategias que se tracen para ambos periodos, es importante decir que las variables socioeconómicas afectarán de manera directa a la industria aseguradora del país.
Creo que el Gobierno cuidará mucho, como hasta ahora, el índice inflacionario. Por otro lado, el dólar variará en la banda, como ha estado ocurriendo en los últimos meses.
¿Cómo podría describir las expectativas para los sectores asegurador y afianzador mexicanos frente a un año que se presiente bastante complicado?
Veo una gran oportunidad en puertas. En épocas complicadas o de poco crecimiento, los ciudadanos se preocupan por sus bienes e inversión; así que tanto la industria aseguradora, como la afianzadora del país, tienen una gran oportunidad para crecer.
Pese a los desaciertos financieros, México sigue siendo visto como un país prometedor para los inversionistas. En tal sentido, ¿considera usted que se mantendrá dicha tendencia en 2018?
Además de los desaciertos financieros, pienso que los inversionistas miran con mucha preocupación riesgos como la corrupción y la inseguridad; no obstante, México sigue estando en el radar de los capitales extranjeros.
No olvidemos que México forma parte del top 10 mundial económico y es uno de los países que atrae mayor inversión extranjera. Según los expertos, esa tendencia se mantendrá; como consecuencia; este país seguirá siendo muy atractivo para cerrar negocios y será un territorio clave para los grandes inversionistas.
¿Cuáles son los factores macroeconómicos que la industria aseguradora no debería perder de vista y que tendrán una repercusión notable en la operatividad de los seguros?
Para sustentar mi respuesta, debo hacer referencia al World Insurance Report 2016, el cual fue desarrollado por Capgemini, empresa dedicada a la consultoría y la tecnología. Ellos identificaron las siguientes siete tendencias que la industria no debería perder de vista:
- cambio demográfico
- fenómenos meteorológicos
- nuevos agentes, mayor competencia
- incertidumbre económica
- cambio regulatorio
- plataformas digitales
- soluciones analíticas.
En diversos foros se ha hablado acerca de estos factores, pero considero que hay tres en los que hay que insistir.
En primer lugar, la pirámide poblacional en México es sencillamente perfecta, puesto que está compuesta por varios nichos generacionales. Por si fuera poco, un porcentaje alto de los mexicanos es adulto mayor, lo cual se traduce en una gran oportunidad para fortalecer los productos de ahorro y retiro.
En segundo lugar, los fenómenos meteorológicos extremos son cada vez más frecuentes, y este año tuvimos una muestra de ello, con una de las temporadas de huracanes más potentes de los últimos tiempos; por eso, las aseguradoras deben enfocar sus esfuerzos hacia los modelos predictivos que les permitan tomar previsiones de cara a los eventos futuros.
Por último, pero no menos importante, está el cambio regulatorio. La industria debe seguir centrada en atender las solicitudes de la autoridad, sin olvidar aspectos tan determinantes como la solvencia, los impuestos y la oferta de productos que ofrece al mercado.
¿Hacia dónde se dirigen los mercados financieros con una volatilidad que al parecer es tan pertinaz como dañina?
Desde hace varios años, el mercado financiero tiene un invitado que llegó y que difícilmente se marchará: la volatilidad.
Por supuesto que la volatilidad financiera ha afectado en gran proporción a las compañías aseguradoras, pero creo que esa incertidumbre es ahora un elemento tan común que todas las compañías la toman en cuenta para delinear sus estrategias, con la circunstancia agravante de un mercado que se basa en la especulación y la sobreinformación.
Es importante resaltar que, pese a la volatilidad, el mercado financiero ha crecido en los últimos años, y sostengo que continuará por ese camino en 2018.
Ante este escenario, ¿cuál es su recomendación para la industria aseguradora mexicana?
Creo que estamos frente a una oportunidad sin precedentes. Las compañías que conforman el sistema asegurador mexicano deben trabajar codo a codo para concientizar a la población.
No olvidemos los básicos del negocio; por ello no debemos dejar de hacer hincapié en premisas históricas, como que el seguro no es un gasto, sino una inversión.
¿Se pueden desarrollar estrategias eficaces y modelos de negocio certeros frente a una coyuntura económica como la actual?
Pienso que la certeza es una herramienta muy útil en momentos de incertidumbre.
Creo que la innovación será trascendental para lograr la transformación de la industria; sin embargo, las compañías deben ser lo suficientemente flexibles para modificar sus estrategias, independientemente de las previsiones para 2018.
Vivimos en una época en la que las organizaciones que deseen lograr resultados sobresalientes deben planificarse sin importar si las condiciones macroeconómicas varían o no se ajustan a lo previsto.
Ante la creciente incertidumbre de los mercados, ¿qué peso tienen la planeación y la preparación dentro de las organizaciones financieras para realmente enfrentar dicha encrucijada y continuar siendo rentables?
La planeación estratégica es la pieza clave en el éxito de cualquier organización. En resumidas cuentas, es un concepto que no pasa de moda.
Para 2018, las compañías deben tener muy delimitados los riesgos y amenazas que se desprenden de los mercados financieros, y de ahí delinear planes alternativos. Repito, pese a los vientos en contra, el año entrante será de grandes oportunidades para el sector asegurador.
La incertidumbre que azota a los mercados financieros y de la cual no escapa la industria aseguradora tiene que ser utilizada como un combustible que impulse la audacia, de manera que se creen nuevos productos, se mejore la operatividad del seguro y se ideen nuevos canales de distribución.