INCENDIOS EN EMPRESAS, FÁBRICAS O BODEGAS: CAUSAS Y CONSECUENCIAS

Los suscriptores de Incendio  en riesgos industriales han estado enfrentando, año tras año, sucesivas reducciones de las tasas de prima. Esta reducción  de tasas está justificada en estudios actuariales que muestran una reducción general de la siniestralidad debida, entre otros factores, a la tecnología de fabricación, más segura, y a las crecientes medidas de prevención.     

Estas conclusiones, sin embargo, no son aplicables a todas las actividades por igual. Hay ciertas operaciones que han seguido un camino inverso y sufren incendios más frecuentes y de mayor intensidad.

Con base en el  estudio de incendios ocurridos en los últimos años y en  las inspecciones realizadas para el mercado de seguros, nuestros ingenieros  analistas de riesgos han llevado a cabo un esfuerzo para identificar los vectores de incremento del riesgo industrial. En el presente artículo explicaremos tres de estos factores relacionados con el tipo de construcción y productos elaborados. En un próximo artículo comentaremos otros factores también relevantes, como el factor humano y directivo.

Las fábricas construidas con “paneles sándwich”

Una categoría cada vez más afectada por los incendios es el procesamiento de alimentos, en especial los alimentos refrigerados.

Las fábricas de alimentos utilizan, cada vez más, muros aislantes de materiales plásticos espumados, como el poliestireno expandido (EPS) o el poliuretano expandido (PUR). Los paneles tienen importantes ventajas en cuanto a la rapidez de construcción y también en relación con el aspecto sanitario, pero constituyen una   fuente importante de riesgo que requiere, por parte de las aseguradoras, una atención especial.

Las plantas construidas con  “paneles sándwich” tienen que contar, como todas las fábricas, con una instalación contra incendio con capacidad para controlar la  eventual presencia de fuego; pero, además, deben cumplir con medidas preventivas que son mucho más exigentes que las que se aplican a otras fábricas.

Los ingenieros que realizan inspección de riesgos para las aseguradoras  están capacitados para detectar las prácticas peligrosas que pueden afectar a estos muros. La  falta de señalización de la calidad del material del muro, la escasa cultura de seguridad y prevención del área de mantenimiento y  el laxo control de trabajos realizados por contratistas son algunos de estos aspectos.

El 26 de noviembre de 2006 un incendio destruyó totalmente una planta procesadora de pollos, construida precisamente con “paneles   sándwich”, ubicada en San Vicente de Tagua Tagua, Chile. La instalación tenía capacidad para procesar 300,000 pollos al día y les brindaba trabajo a 1,800 colaboradores. Las pérdidas totales fueron estimadas en 60.000.000 de dólares,  una de las cifras más altas para la industria alimentaria en Latinoamérica.

El material de empaque

El incremento de la comercialización de alimentos en autoservicios ha generado un paulatino crecimiento  de la importancia del packaging,  un producto al servicio de los supermercados  que suele ser un envase tipo “matrushka”, es decir, una caja hueca   en cuyo interior hay otro envase de menor tamaño, que a su vez alberga otro más chico, y así sucesivamente.

Los suscriptores de un establecimiento distribuidor de golosinas se sorprendieron cuando el informe del liquidador de siniestros comentaba que los productos tenían ¡cinco  envases sucesivos!: un papel parafinado reviste cada caramelo; estos papeles encerados se agrupan en forma de “tubo” de papel; los tubos se acomodan en cajas de exposición envueltas en celofán, que a su vez se empacan en cajas de cartón corrugado envuelto en película plástica.

Es evidente que muy distinta habría sido la suscripción si los aseguradores hubieran considerado el riesgo como lo que realmente era: una gran bodega de material de empaque (muy inflamable) que de manera secundaria escondía golosinas (también inflamables).

En estos casos, los inspectores de las aseguradoras deben evaluar la capacidad de descarga de una instalación de rociadores (en galones por minuto) y verificar si dicha descarga  es confiable y se encuentra en condiciones de controlar o suprimir el fuego en el tiempo requerido para evitar la propagación.

Los productos ambientalmente “sustentables” que aumentan el riesgo

El plástico ha invadido nuestros hogares. Envases,  muebles y todo tipo de dispositivos pueden construirse  de plástico. Mientras que hace algunos años la crítica a los bienes de consumo era la falta de duración y su envejecimiento, hoy nos preocupa  la “gran ventaja” del plástico, del cual se requiere degradabilidad.

La degradación del plástico es equivalente a una combustión lenta. Se busca que el plástico se oxide lentamente. Un plástico degradable es mucho más combustible que un plástico resistente, y éste  es un nuevo factor de riesgo para la industria.

La investigación del  incendio ocurrido en una fábrica de envases plásticos demostró que la ignición  comenzó en la máquina extrusora, el mismo día en que la empresa comenzó las pruebas con un bioplástico (PLA) que reemplazaba al  PVC, que era prácticamente inerte (no se incendiaba).

El “gerenciamiento  del cambio” es un aspecto  que los analistas de riesgos de las aseguradoras deben tomar muy en cuenta  cada vez que realizan una inspección de riesgos en plantas industriales.

Luego del incendio se determinó que el uso de nuevas materias primas requería otro tipo de instalaciones eléctricas, una descarga a tierra más eficiente y otras medidas de control de temperatura en el material.

Rigurosidad, la clave

Las causas de incendio  en la industria son diversas, pero un análisis riguroso permite identificar pautas  que se reiteran en las operaciones o en las instalaciones de las empresas afectadas. Veamos algunas de ellas:    

  • La falta de cuidados especiales sobre los paneles sándwich, cada vez más presentes en la industria.
  • El incremento de materiales de envasado y con ello el aumento de la demanda para los sistemas de extinción.
  • El uso de materias primas cada vez más “biodegradables”, en realidad  más combustibles.

El trabajo de investigación tiene como objetivo determinar las medidas de protección más económicas y eficaces  para brindarles recomendaciones a los asegurados. Además, permite detectar las condiciones mínimas de seguridad que toda aseguradora cuidadosa de la cartera debería   exigir.

La actualización de los ingenieros que colaboran en  las aseguradoras es un desafío que sólo puede enfrentarse  a través de un trabajo en equipo entre el área de Siniestros  y la de Suscripción, en conjunto con las consultoras externas, aliados que suman sus esfuerzos  para que las industrias alcancen en el menor plazo posible niveles de seguridad compatibles con las exigencias del mercado actual de seguros. 

Share This Post: